«La casa es aquello que invita a ser habitado», dice María Pía López. Por estos días con Luci, pudimos habitar la casita del árbol de Guada.
«La casa es aquello que invita a ser habitado», dice María Pía López. Por estos días con Luci, pudimos habitar la casita del árbol de Guada.
Cuándo comenzamos a ponerle límites a nuestra imaginación? ¿Cuándo dejamos de soñar y decidimos conformarnos? ¿En qué momento dejamos de jugar para ponernos serios? Guadita es la hija más pequeña de mi hermano Pablo. Me sale decirle así, no sólo porque tiene apenas 3 años, sino porque me doy cuenta que recurro a los diminutivos…
Algunas noches, cuando las jornadas se extienden más de lo previsto y pasan demasiadas horas que no nos vemos, al reencontrarnos, Lucía hace una larga pausa y me mira. Extiende su boca en forma de trompita y de manera tierna me dice: “¿Hoy si, mamá? ¿Hoy podemos dormir juntas?”. Ella sabe que es una fórmula…