Se dice que hace mucho, pero mucho tiempo atrás, la Diosa de la Creación miraba desde arriba al proyecto “Humanidad”, los veía tristes y grises. Un día mirándolos se le ocurrió una idea:

-Voy a crear una estación que esté después del invierno, pero antes del verano. La llamaré “primavera”. Traerá esperanza para aquellas personas que anhelan el verano. En la primavera todo será de colores y el aire estará impregnado de bellos olores porque todas las flores renacerán. Crecerán las hojas de los árboles y los animales despertarán. Para lograr todo esto, necesito una guardiana. Un ser que genere movimiento y vida-.

Fue así como, una brisa de invierno se llevó volando el capullo de una flor, lo dejó en la arena caliente y cuando el sol dio las doce, una ola se llevó el capullo, y con un beso de la Diosa de Creación nació de la espuma del mar La Jiribilla.

La Jiribilla es un hada nacida en la zona del Caribe. Es el ser más inquieto que existe. Y al ser hija directa de la Diosa de la Creación tiene el don de crear vida a través del movimiento.  El largo de su cuerpo es del tamaño de una mano humana. Vive en los campos de lavanda. Es ciega, porque no tolera ver tanta crueldad humana. Está casi desnutrida porque no ingiere alimentos como otros seres vivos. Ella vive a través de la polinización. No es un ser mamífero porque cada Jiribilla nace de un capullo distinto. Esta hada tiene una peculiaridad. Se dice que está enamorada de la luna, porque cuando ésta sale a la noche, La Jiribilla, inquieta como es, le baila a la luna y se mueve sin cesar hasta quedar rendida en la arena fría de la noche, a la orilla del mar.

Dicen que puedes encontrar a La Jiribilla en tres momentos del día: uno es a la noche, cuando le danza a la luna. Otro, es al amanecer, cuando queda rendida en la arena después de tanto bailar. Y el otro, es en la dorada “hora mágica, cuando se despide de sus padre “el Sol” y saluda a su madre, la Diosa de Creación.

Eso sí, podrás mirarla pero nunca atrapar a La Jiribilla porque ella es libre e inquita y vino a traer vida y esperanzas. Ella es amor en su estado más puro. Es felicidad. Es primavera.

 

Para mi Jiribilla, nacida un 21 de septiembre, a las doce del mediodía.
Te amo reina de la primavera. Yo, tu princesa de verano.

 

Lucía Barceló Morán
21-09-2020. 

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