Como si una canción pudiese condensarlo todo. Como si la música encendiese ese pequeño oasis en el que convertimos nuestras casas. Como si una melodía disolviese el miedo en los tonos simples de una guitarra.
Como si los pies descalzos sintiesen los latidos de la tierra. Y una voz adolescente penetrase el alma.
Como si una mirada contagiara una sonrisa.  Como si las flores pintasen de color al tiempo.  Y una fotografía cobrase sonido y movimiento sólo para sembrar esperanza.

 

 

Septiembre – Primavera de cuarentena 2020.

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