Un viaje de ida
Durante años viví anonadada en la profundidad de algunas imágenes fijas y en blanco y negro. Sentía que la poesía de esas miradas me llevaban […]
Durante años viví anonadada en la profundidad de algunas imágenes fijas y en blanco y negro. Sentía que la poesía de esas miradas me llevaban […]
Lucí conoció el mar en la Habana. Tenía apenas 1 año 11 meses y ya su mundo se aventuraba sin límites. Era tan pequeña y
Estaba en una casa distinta. Rodeada de ventanales luminosos, con algunos vidrios de colores, donde la generosa vegetación de su patio se podía contemplar desde
Los Incas creían que el cóndor era inmortal. Según cuenta la mitología, cuando el animal siente que comienza a envejecer y sus fuerzas se desvanecen,
Me llamo Lucía Barceló Morán pero me dicen Lu. A mí siempre me gustó la fotografía porque puedo inventar mi propia mirada sobre las cosas”.
Compañer@s: Sólo pa q no olvidemos lo hijoeputa q en el fondo siempre es, la vida dejó que la muerte –su par esquizofrénico, su yo
Decretos, despidos, desamparo, desconcierto, disparo. Dolor. Impacto, injusto, impotencia, intemperie, incompleto. Indefensos. Parados, perseguidos, perplejos, precarios. Prisión. Milagro, misiones, miserias, marchas, momentos. Memoria. Vínculos,
En Cuba, las bodegas distribuyen algunos productos básicos que se venden a través de la llamada «Libreta de Abastecimiento». Allí, los cubanos pueden adquirir productos como jabón,
El amor empieza cuando se rompen los dedos y se dan vuelta las solapas del traje, cuando ya no hace falta pero tampoco sobra la
«Debes amar, el tiempo de los intentos, debes amar, la hora que nunca brilla y sino no pretendas tocar lo cierto. Sólo el amor engendra