La ciudad había quedado arrasada en aguas turbias. Era un paisaje desolador. En medio de ese escenario, donde nadie se encontraba a salvo, yo era la madre de dos pequeños: Zoe, de unos 14 años, la más osada y desafiante; junto al pequeño Nicolás, de unos 8, de carácter más tierno y analítico. También estaba junto a…