Cuando soñamos, cuando acariciamos un deseo e irremediablemente proyectamos una idea sobre cómo avanzar para concretarlo, estamos dando allí un paso muy importante. Pero quizás, el más significativo de todos sea abrirnos siempre a una nueva forma o posibilidad. Al misterio de que algo diferente, o no previsto, suceda. Y sobre todo, a no cerrar…