Fue la pregunta que me lanzó Tomás una mañana calurosa de junio, mientras desayunábamos juntos, allá por el año 2000 en La Habana. – Claro, le respondí sonriendo en forma inmediata. – “Es bueno que lo conozcas, chica”, agregó unos segundos después de observarme, pensando tal vez en lo que significaba Korda en términos históricos. – “Déjame llamarlo…